Ataque terrorista, Halloween, Brooklyn, NY

De eso que un día te dejas caer en el barrio que tiene una pelea consigo mismo. Brooklyn.

¿Por qué? Uno entiende esa pelea y armonía cuando ve el puente sobre el que pasa el metro, el que lo conecta con Manhattan. Te pones debajo de él, entre tiendas de segunda mano, y echas un vistazo a ambos lados.

A un lado se perciben los edificios austeros, casi descuidados, de corte antiguo y sencillo. Por sus calles pasean sus gentes, todas vestidas igual: ellas, con pelucas, colgantes de perlas, faldas largas y zapato bajo; ellos, con sus largas chaquetas, gorros altos, barbas tan largas como sus patillas. No hay colores en sus vestimentas y no se ve un solo móvil posterior a la llegada de Internet a nuestros dispositivos.

En este tranquilo barrio viven los judíos ortodoxos. Seguir leyendo «Ataque terrorista, Halloween, Brooklyn, NY»

Nada más llegar a NY

Según me contó mi profesora de literatura, había dos tipos de escritores románticos: los que escribían en la rabia (o placer) del sentimiento y los que dejaban madurar el sentimiento. Ahora estoy dejando que el sentimiento repose para poder expresar lo que esta ciudad me ha hecho aprender y sentir.
A ver, no nos engañemos. Esto es una ciudad, no es Hollywood. Pero creo que esa es la impresión que uno tiene nada más llegar. Todas las avenidas que conforman la isla de Manhattan de arriba abajo no son más que sucesiones de edificios que rascan el cielo como grises dedos que ansían llegar al azul. En ese sentido, parece que
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